Hoy nos convoca la memoria de Sante Geronimo Caserio, un joven anarquista, panadero y antimilitarista acerrimo que le asesto uno de los golpes mas prodigiosos a la oligarquía europea de finales del siglo XIX, asesinando con un puñal al republicano y para ese entonces, Presidente de Francia, Marie François Sadi Carnot.

Ilustración de Flavio Constantini [1]. Su obra muestra al joven Sante Geronimo Caserio pronto a adquirir el puñal que usará para el magnicidio.
Pese a ello, no es de extrañar que en el mundo ácrata el paso dado por el compañero no haya sido visto con buenos ojos, incluso con el correr de los años. Mas aun entendiendo el particular contexto que rodea al magnicidio.
Lamentablemente, por esos años, Francia vivía un convulsionado ambiente represivo contra sindicalistas y anarquistas de las mas diversas corrientes, donde el aparato judicial recientemente estrenaba su mas novedosa adquisición, las terribles y, por cierto, muy utilizadas «leyes villanas» como fueron conocidas popularmente en aquella época las tres leyes antiterroristas que fueron promulgadas luego del atentado con bomba de August Vaillant en la Camara de Diputados (ocurrido el 9 de diciembre de 1893), y que, entre otras cosas, perseguían con especial dedicación la libertad de prensa del amplio movimiento obrero (que eran los medios utilizados mayoritariamente por lxs compañerxs para expresar sus ideas).
Leyes villanas
La primera de ellas condenaba la apología de cualquier delito o crimen como si fuera un crimen en sí mismo, permitiendo una amplia censura de la prensa. La segunda ley permitía condenar a cualquier persona directa o indirectamente involucrada en cualquier acto de “propaganda por el hecho”, incluso cuando no hubiera ocurrido ninguna muerte como consecuencia del acto (ejemplo de la aplicación de esta ley fue en el caso del compañero August Vaillant, donde en su atentado no hubieron muertxs y termino siendo condenado a la guillotina). La última de ellas condenaba a cualquier persona o periódico que realizase propaganda anarquista, y esto, por extensión, incluía a lxs socialistas libertarixs o a lxs ex-miembrxs de la AIT (Asociación Internacional de lxs Trabajadorxs).
Es en este ambiente donde se desata una cacería poco antes vista por lxs compañerxs de aquellxs territorios. Cabe señalar que la represión francesa era pionera en este sentido, teniendo en cuenta que en España, por ejemplo, ni si quiera se había iniciado el proceso Montjuic. Sin embargo, una ves aprobadas las tres nuevas leyes anti-anarquistas la represión se desataria con furia.
El juicio de lxs 30
En este entendido fue que desde el 1 de enero de 1894 al 30 de junio de 1894, fueron detenidxs 426 compañerxs en un proceso que, vale la pena mencionar, tenia por objeto castigar a reconocidxs teoricxs libertarixs, muchxs de ellxs editores de prensa anarquica y/o revolucionaria, junto a varixs compañerxs de acción, siendo acusadxs de haber constituido una «Asociación Delictiva».
El proceso es llevado adelante por un tal Bulot, un jefe fiscal conocido por su virulento anti-anarquismo, al cual el propio Ravachol, dos años antes, le habría colocado una carga explosiva en su casa en represalia por lxs 14 muertxs y mas de 40 detenidxs tras la marcha reivindicativa del 1° de mayo de 1891.

Otra ilustración de Flavio Constantini. En ella se ve a Sante Geronimo Caserio corriendo luego de haber apuñalado al Presidente.
Bajo este contexto, podemos decir que la represión se endurecía deliberadamente con el único fin de castigar a lxs revolucionarixs. En tal sentido, el proceso llevado a cabo por el fiscal Bulot fue gigantesco y mermo notablemente la propaganda anarquica en las calles.
En la actualidad hemos podido observar procesos similares como el Caso Bombas en Chile, el Proceso Marini en Italia, o las Operaciones Pandora I y II en España, por nombrar solo algunos. La dantesca maniobra represiva obliga a los movimientos sociales a replegarse, abocando todas sus energías en simplemente mantenerse activos y sobrevivir a la ofensiva estatal.
No obstante, es importante mencionar que de todxs lxs procesadxs que involucro el llamado «proceso de lxs 30» hubo un numero importante de compañerxs que no pudieron ser detenidxs, pasando a la clandestinidad forzada o bien, huyendo del país, lo que dejaría un saldo bastante lamentable: La mayoría de lxs activistas detenidxs, procesadxs, exiliadxs, clandestinxs o muertxs, y toda la propaganda prácticamente cesada.
Con este escenario, tan hostil y poco fértil para el anarquismo galo, es que el joven Sante Geronimo Caserio viajaría desde su lejana Italia, para ajusticiar la cabeza de la maquinaria estatal, ofreciendo su vida a cambio. Un grito desesperado que pone los puntos sobre las íes: lxs anarquistas pelean hasta las ultimas consecuencias.
Repercusiones
Entre lxs anarquistas de todo el mundo, incluso entre lxs franceses, el gesto de Sante Geronimo Caserio ganó resonancia muy significativa. De hecho, muchos grupos en Francia, Argentina, Italia, España, Uruguay y en los Estados Unidos reconocieron la legitimidad de su acción, empezando a considerarle un mártir anarquista. Varixs poetas y compositorxs han dedicado sus canciones y versos no solo al hecho perpetrado, sino a la vida de este comprometido luchador.
Tanto es así, que uno de ellos, el famoso abogado Pietro Gori, quien le había conocido por defenderle en su proceso por distribuir panfletos antimilitaristas en Milán, es perseguido por el gobierno francés que no se quedaría de brazos cruzados, y que hará de cada gesto en memoria del asesino de Carnot un insulto a castigar. De esta manera se filtra, atraves de la prensa burguesa, que la policia intenta ligar, de manera ridícula y absurda, a Gori con el magnicidio, acusándolo de ser el instigador del crimen, en gran parte por la composición de dos canciones que este ultimo hizo en su honor [2]. El compañero huye ante los cargos que el gobierno le atribuye, obligandolo a un forzoso exilio en Lugano, Suiza, donde su situación se vuelve aun mas critica, ya que, aparte de ser requerido por la policía francesa, las autoridades italianas lo buscaban por su largo prontuario como agitador.
El retrato de Sante Caserio ahora aparece en diversas formas en diferentes partes del mundo como un símbolo de la solidaridad internacional que se respira en los lazos de propaganda para la acción, y el derecho de la venganza individual promocionado por los anarco-ilegalistas .
Fue asi como el 16 de agosto de 1895 en Ancona (Italia), en el aniversario de la decapitación de Sante Caserio, explota una bomba en el consulado francés destrozando puertas y ventanas. El 16 de febrero del año siguiente (1896) en la ciudad de Buenos Aires, hay un folleto llamado Caserio, publicado en su honor. En Montevideo, a dos años del magnicidio, diversxs compañerxs distribuyen un afiche a su memoria.
En la actualidad
Hoy en día hay varios grupos musicales, con distintas lenguas, que cantan en honor al joven Sante Caserio. Propaganda musical en idiomas como el ruso, francés, italiano, español, alemán, ingles, portugués, catalán, griego y hasta japones.
En junio del 2006 se estreno en Lyon (Francia) el cortometraje «Le Bal des Innocents», que traducido al español diría algo como «El baile de los Inocentes» y que trataría de adaptar la historia de Sante Geronimo Caserio a la época actual.
Nota 1: Flavio Constantini (1926-2013) fue un artista, poeta, escritor e historiador anarquista. Muchas de sus ilustraciones están plasmadas en su libro «El arte de la Anarquía», el cual refleja momentos épicos del anarquismo ilegalista de finales del siglo XIX. Evidentemente el acto de Sante Geronimo Caserio no podía quedar fuera de esta gran colección. Para ver y leer su libro (en ingles) pincha Aquí.
Nota 2: Para mas información sobre las dos canciones que compuso Pietro Gori en memoria de Sante Geronimo Caserio pincha Acá.